
Te conozco desde siempre, eso lo puedo sentir… Y acá y ahora, que es la eternidad, somos uno, pero a la vez cada uno con su individualidad, nos hacemos cómplices de lo que queremos experimentar, y a veces nos amamos y otras nos odiamos y nos distanciamos, como si eso fuera posible... Pero todo es parte del juego, parte del papel, parte de Esto. Y jugamos a la culpa por separarnos y a la rabia y al rencor. Pero muy en lo profundo reconozco que no te he perdido jamás y que no podrá suceder.
Te conozco desde siempre aunque mañana me quede dormida y vuelva a olvidarlo, está allí, y esa sensación nos volverá a unir en el camino. Lo sé… Hasta que un día, cansados de jugar decidamos permanecer allí, donde todo habita y nada falta. Que es donde estamos y hemos estado siempre, en lo profundo.