jueves, septiembre 07, 2017

La rana sorda

Quizás muchos de ustedes han escuchado el cuento de la rana sorda. Para los que no lo han escuchado lo narraré brevemente. Varias ranas iban amenamente caminando y dos caen en un hoyo muy profundo. Al verse en la fosa ambas empiezan a saltar para intentar salir del hoyo. Aunque hacían su máximo esfuerzo les resultaba muy difícil lograrlo. Un rato después, viendo su desesperación las ranas que estaban arriba perdieron la esperanza y comenzaron a gritarles que no lo siguieran intentando, que era en vano, que era imposible salir de esa fosa tan profunda. 

Luego de un gran esfuerzo, una de ellas se entregó, dejó de intentarlo y murió de agotamiento. Por el contrario la otra rana seguía y seguía saltando, cada vez más alto. Cuál sería la sorpresa de sus compañeras que al cabo de un largo rato, la ranita salió. Cuando ellas empezaron a hablarle y preguntarle cómo había logrado esta increíble hazaña se dieron cuenta de que la ranita era sorda, ella siempre pensó que las demás ranitas la alentaban para que saliera de la fosa.

Esta historia me encanta. Siempre he creído que cuando tenemos la certeza de que algo es posible no podemos permitir que nadie nos robe nuestro sueño. Debemos ser como la rana sorda. 

Pero no es de los demás y cómo nos pueden desalentar de lo que les quiero hablar. Quiero hablarles de todas las voces que habitan en nuestro interior. Son a esas voces y no a las de nuestros familiares y amigos ranas a las que más debemos temer. Esas voces dentro de nosotros mismos que nos dicen: ufff que difícil se ve esto, quizás no voy a poder, esto es imposible, no puedo con esto.

Y es allí cuando más debemos ser como la rana sorda. Enfocarnos en nuestro objetivo, visualizarlo y decirnos a nosotros mismos: EXISTE UNA MANERA DE HACER ESTO. Aunque ahora no sepamos cuál es, hay una gran diferencia en admitir que no sabemos, en este instante, cuál es esa manera, pero que la hay, a pensar esto es muy difícil, no creo poder hacerlo.

Porque cuando decimos hay una manera, cuando hacemos la pregunta correcta, el universo nos dará la respuesta, en el momento que menos lo pensemos, a través de quien menos lo creamos. Porque SIEMPRE, SIEMPRE, hay una manera de seguir adelante por nuestros sueños. Quizás sea necesario cambiar el rumbo mil veces, pero no dejes NUNCA de perseguir eso en lo que crees con todo tu corazón. Haz como la rana sorda, ella simplemente no sabía que no se podía.

domingo, enero 01, 2017

Presencia silenciosa

La presencia silenciosa es algo que he aprendido a valorar a lo largo del tiempo. No es algo que sea una fortaleza en mí. Quizás por eso lo valoro más cuando lo veo en otros.

Es estar ahí viendo todo y, sin pronunciar palabra, con pequeños y sutiles toques, ser capaz de influir en instantes diminutos de la vida de otro: con un gesto casi invisible, con tu presencia o de manera sorpresiva – y en un idioma que no es el tuyo-  decirle a ese otro que es bienvenido. Es tener la capacidad de observar y saber cómo arrancar una sonrisa de otro ser humano, de una manera tan apacible que ni siquiera se dé cuenta de aquello que hiciste para lograrlo.


Es brindar a otro la sensación de que en aunque en silencio, tu estas ahí, y cuando no estas, ese otro notará que algo falta aunque muy posiblemente no sepa que eres tú.