miércoles, enero 12, 2011

LO QUE LE PEDÍ A LA VIDA


Siempre creí que la vida era sorda, inexplicable o inconciente.
Cada vez que sufría, que sentía un dolor profundo en mi corazón, me sentía víctima y me preguntaba, por qué a mi? Qué he hecho para que esto me suceda?

Acaso es malo el que sufre? Hay un extraño mito que dice que siempre los más nobles de corazón son los que más sufren. Pero qué han hecho mal para merecer tal sufrimiento?

Pero la verdad es que he descubierto lo que le pedí a la vida. Yo puse las cartas y ella dijo: “Bueno”, sin discutir... sin juzgar...

Le pedí a la vida sufrimiento y encontré sufrimiento... En los lugares más recónditos, donde otros hallaban alegría y esperanza...

Le pedí traición, dolor y rabia... y eso me dio...

Le dije... eso merezco... Ella contestó: “Así será”. Ni una palabra más... No me cuestionó. Solo un: “Lo tendrás”.

Ahora sé que en lo profundo de mi creía merecer ese dolor, esa angustia, ese miedo, esa rabia. Creía también que sentirlas me liberaría de la culpa y me harían merecer algo mejor, me harían ser alguien mejor. Que equivocada estaba cuando volcaba mi propia culpa sobre los otros y sobre la Vida!! Haciéndome ver como su víctima.

Por un momento olvidé cuál fue mi deseo. Olvidé lo justa y sabia que es la Vida. Sólo te da lo que le pides. En silencio... sin juicios... sólo eso y nada más...

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